El papel del agua en las dietas de adelgazamiento.
¡ Hola de nuevo ! Hoy me he dicho “¡de hoy no pase que cuelgue un artículo sobre el agua!. En este blog, en el que llevo colgando cosas de nutrición y pérdida de peso, hemos hablado de calorías, de grasas, de recetas, pero, por extraño que parezca, no habíamos habla del agua. ni de su importancia en nuestro campo: “La pérdida de peso”
La molécula de agua, está compuesta por dos moléculas de hidrógeno unidas a una sola molécula de oxígeno. Su papel en el metabolismo humano es incontable, pero para resumir podríamos decir que es indispensable que esté presente para todas las funciones metabólicas de nuestro cuerpo, incluida la trasferencia de oxigeno en nuestra sangre, y como no, en los procesos químicos que se llevan a cabo en la digestión y obtención de energía de nuestra alimentación. Un artículo reciente, publicado en American Journal of Clinical Nutrition señala que se comprobó por primera vez que beber agua ayuda a adelgazar. Tras analizar toda la evidencia científica existente acerca de la asociación entre la ingesta de agua y la pérdida de peso, hoy podemos confirmar que cuando se está realizando una dieta, beber agua favorece y acelera el adelgazamiento. Así, cuando un grupo de personas incrementó en un litro al día la cantidad de agua ingerida, perdieron entre 2 y 3 kilos más que el grupo control que mantuvo su ingesta de agua sin cambios. En conclusión, si no se está realizando dieta para adelgazar el agua no puede por sí sola provocar la pérdida de peso, pero si ya te encuentras en plan de adelgazamiento y cuidas tu alimentación, incrementar aunque sea levemente la ingesta de agua puede fomentar los resultados.
Desde mi experiencia en la consulta he de deciros, que se observa una gran diferencia entre el paciente que bebe agua de forma rutinaria, a el paciente que DICE QUE BEBE AGUA. Muchas veces a mis pacientes les digo que midan la cantidad de agua que beben y que se den cuenta al final del día de cuanta agua han bebido. La mayoría no llega a 1 litro al día. La diferencia es muy clara en el momento que medidos la cantidad de retención de líquidos que tienen. Mientras que el paciente que bebe de forma habitual, su retención casi nunca supera el 10 %, el aquellos no bebedores, casi siempre supera ampliamente esta cifra.
Contrariamente a lo que nos pueda parecer, la retención de líquidos se ve aumentada en aquellas personas que no beben suficiente agua. Quiero que entendáis esto.
El total de agua “usada ” en el cuerpo humano de un hombre adulto se valora cercano a los 15 litros al día, entre la respiración, digestión, energía, sangre y demás… Para mantener este volumen, es necesario reponer al dia el pcentaje de agua que se ha perdido (unos 4 litros al días ), Por la alimentación sólida aportamos en torno a 1 litro. Nuestro cuerpo es capaz de crear cerca de un 10 % de agua gracias a la oxidación de los macronutrientes, por lo que llegamos a la cifra de 1.5 l . El resto de agua hasta los 4 litros necesarios han de ser aportados por los alimentos líquidos y por el consumo de agua propiamente dicho.
¿pero que pasa si no aportamos esa cantidad? Hay dos salidas: 1.- nos morimos. 2.- Nuestro metabolismo se las “ingenia” para conseguir esa agua.
¿Cómo se las ingenia nuestro cuerpo para conseguir esa agua que falta?
- Aumenta la absorción de agua en la digestión. Consecuencia: heces secas y de difícil expulsión. Estreñimiento.
- Ansiedad alimentaria: tu cuerpo te pide más alimentos para conseguir mas líquidos. Consecuencia: Sobrepeso.
- Ansiedad hídrica: Ataques de sed repentinos, sobre todo al final del día. Se beben 1 litro en menos de 1 hora. Consecuencia: aumento de la micción nocturna. Problemas para descansar.
- Aumento de “depósitos de agua” para usar cuando se necesite. Consecuencia: retención de líquidos. Hinchazón y mala circulación en las zonas cercanas a estos “depósitos”
Como podéis ver, la falta de consumo de agua, es un grave problema en las dietas de pérdida de peso, por lo que espero que os hayáis dado cuenta de ello y… ¡ ME HAGAIS ALGO DE CASO!